Investigadores del Instituto de Tecnología Technion de Israel han desarrollado un sensor flexible con el potencial de integración en piel electrónica.
Si esta piel electrónica resulta exitosa se podría adherir a prótesis, permitiendo a las personas experimentar cambios en su ambiente como tacto, humedad y temperatura, al mismo tiempo.
El prototipo, por ahora, detecta únicamente tacto. Utilizaron partículas de oro y una clase de resina, que logra ser sensible al tacto 10 veces más que otras pieles electrónicas táctiles.
Un sensor flexible efectivo tendría que operar a bajo voltaje, medir un amplio rango de presiones y detectar más de una clase de datos a la vez, para que fuera adoptado masivamente. El sensor fabricado, supuestamente, cumple todas estas características.
Fuente: Mashable