Una mujer española portadora de VIH lleva más de 15 años controlando el virus de forma espontánea en niveles indetectables sin tomar medicación.
La noticia parece sencilla de enunciar, pero las consecuencias son enormes.
Sobre todo, porque como ha señalado Josep Mallolas, jefe de la Unidad de VIH-SIDA del Clínic de Barcelona, han “podido averiguar cuál es el posible mecanismo que lo permite“.
Y eso nos acerca de forma decisiva a la curación funcional del SIDA.
El equipo del Hospital Clínic ha dado una rueda de prensa para anunciar lo que han definido como un caso “único” y “excepcional” de curación funcional de una enfermedad que afecta a más de 37 millones de personas en todo el mundo.
Por lo que han explicado, la “paciente de Barcelona” (cuya identidad se mantiene, comprensiblemente, en el anonimato) fue diagnosticada en 2006.
Tras eso, fue seleccionada para un ensayo clínico que usaba ciertos tratamientos inmunomoduladores (como la cilosporina A) para completar el efecto de los antirretrovirales y reforzar el sistema inmune.
Bastaron nueve meses para que la paciente redujera su carga viral en sangre a “indetectable“.
15 años y 50 analísticas después, pese a no tomar más medicación, la carga se ha mantenido así.
Las enfermedades son fenómenos relacionales complejos y si las estudiamos caso a caso nos encontramos cosas llamativas que, en fin, atienden más al caso particular que a algo que podamos usar contra dicha enfermedad.
Con la “paciente de Barcelona”, durante mucho tiempo, los investigadores creyeron que estaban en esa situación.
Fue la única participante de los 20 individuos que recibieron ese tratamiento que reaccionó así.
De hecho, cuando estudiaron los linfocitos T CD4+ (pese a ser las dianas principales del virus) de la paciente, no encontraron ninguna diferencia significativa.
Tras darle muchas vueltas, descubrieron que la clave no estaba en los CD4+, sino en las células NK (“Natural Killer” o “asesinas naturales”) y en los linfocitos T CD8+.
El equipo ha sido capaz de determinar qué tipos de células NK y CD8+ son las que están detrás de este marcaje tan efectivo al VIH.
Es decir: han sido capaces de identificar el mecanismo por el que el sistema inmunitario ha sido capaz de controlar la infección y eso abre una vía enorme para avanzar hacia la curación funcional del SIDA.
Como han señalado los investigadores, lo que hace la paciente es controlar la replicación del VIH de la paciente sin necesidad de tratamiento.
Por decirlo grosso modo, la paciente tiene sus propios antirretrovirales naturales, pero la infección sigue ahí (los CD4+ siguen manteniendo intacta su capacidad para replicar el virus)
Hasta ahora, las vías que teníamos para “curar” la enfermedad requerían tratamientos tan agresivos, complejos y caros que hacían inviable un tratamiento masivo.
Si los investigadores del Clínic están en lo cierto y aprendemos a activar ese mecanismo de control, la situación cambiará drásticamente.
Fuente: Clinic Barcelona