Investigadores han descubierto un mecanismo que obliga a las células cancerosas a autodestruirse, secuestrando su capacidad de replicarse sin control y volviéndola contra sí mismas.
El equipo de investigación de la Universidad de Stanford y la empresa de terapia génica Shenandoah Therapeutics publicaron un artículo en el que se describe cómo las células cancerosas pueden reconfigurarse para “activar la muerte celular“, de forma similar a accionar un interruptor.
Si bien todavía estamos muy lejos de desarrollar un medicamento para humanos que aproveche este truco genético, suponiendo que sea realmente posible de una manera práctica, los científicos están intrigados por la perspectiva.
“Es genial”, dijo Jason Gestwicki, profesor de química farmacéutica en la Universidad de California en San Francisco, que no participó en el estudio.
“Convierte algo que la célula cancerosa necesita para mantenerse con vida en algo que la mata, como convertir una vitamina en un veneno“.
En varios experimentos de laboratorio, los investigadores construyeron moléculas que unen dos proteínas entre sí: una proteína mutada llamada BCL6 que permite que las células cancerosas sobrevivan y crezcan, y una proteína normal que actúa como un interruptor para los genes cercanos.
La construcción resultante empuja a las células cancerosas hacia los genes que las matan, una parte natural del ADN que limpia las células viejas que ya han cumplido con su deber.
En pacientes con cáncer, estos genes de muerte celular son desactivados por una proteína conocida como BCL6.
Esta nueva construcción, sin embargo, dirige el cambio de proteína normal hacia estos genes de muerte celular, reconfigurando efectivamente las células cancerosas para que se maten a sí mismas.
“BCL6 es el principio organizador de estas células cancerosas“, dijo Louis Staudt, director del Centro de Genómica del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer.
Una vez interrumpida, “la célula ha perdido su identidad y dice: ‘algo muy malo está pasando aquí. Será mejor que me muera’“.
La idea podría ser efectiva para la mitad de todos los cánceres conocidos, dijo al periódico el autor principal Gerald Crabtree, fundador de Shenandoah Therapeutics.
Dado que se basa en células cancerosas mutadas, también podría ser un enfoque muy específico, que podría salvar las células sanas.
Hasta ahora, Crabtree y sus colegas han demostrado que la molécula híbrida es segura para usar en ratones, pero tuvieron cuidado de señalar que “no es un fármaco, todavía tiene un largo camino por recorrer“.
Fuente: Nature