Daniel Attinger, profesor de ingeniería mecánica en la Universidad Estatal de Iowa, está trabajando en el desarrollo de un pequeño dispositivo que produce un suministro continuo de vino.
Attinger, junto con un equipo de investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, un instituto de investigación suizo, espera que la micro-bodega ayudará a los expertos del vino en el avance de sus conocimientos sobre el proceso de fermentación.
La fermentación es muy importante para el perfil de sabor del vino, cepas de vino diferentes de levaduras producen diferentes sabores.
El dispositivo de Attinger está destinado a ayudar a los enólogos a jugar con diferentes procesos de fermentación.
Su beneficio teórico viene en su velocidad y tamaño, que es capaz de producir continuamente alrededor de un mililitro de vino por hora. (Los procesos de fermentación regulares pueden tomar aproximadamente dos semanas).
El dispositivo tiene un canal principal a través del cual el jugo de uva serpentea.
La levadura se coloca en compartimentos adyacentes y se alimenta en el canal principal a través de una membrana muy delgada con agujeros llamados nanoporos.
Es casi como si estuvieran en pequeñas bolsitas de té.
Cuando el jugo de uva llega a las levaduras, estas absorben el azúcar y emiten alcohol y CO2 a través de la membrana.
Este proceso se lleva a cabo muy rápidamente, ya que el azúcar y la levadura están confinados en un espacio pequeño.
Fuente: Gizmodo
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