Los bebés de diseño son el tipo de enigma hipotético que enloquece a los científicos. ¿Qué pasa si, pregunta usted, se vuelve tan fácil escoger y elegir qué rasgos deseamos en nuestros hijos que acabemos creando una clase de superhéroes genéticamente modificados y básicamente comenzaremos a vivir una actuación real de la novela Brave New World?
Pero los rápidos avances en los ámbitos de la reproducción y la ingeniería genética requieren que comencemos a analizar los dilemas éticos que sugieren estos escenarios de ciencia ficción.
Ya, la fecundación in vitro (FIV) permite a los futuros padres seleccionar los rasgos deseables de los enormes catálogos cuidadosamente curados de donantes de esperma y óvulos. ¿Cuánto más estamos dispuestos a ir?
Un grupo de científicos y bioeticistas se ocupa de cómo una nueva tecnología de reproducción en particular podría hacer que el futuro de los bebés por diseño sea mucho más relevante.
La gametogénesis in vitro, o IVG, es una técnica que podría permitir que cualquier tipo de célula sea programada en un espermatozoide o en un óvulo.
“¿Qué cambia el IVG? Es realmente su combinación con la edición de genes CRISPR”, dijo Glenn Cohen, profesor de derecho de Harvard y uno de los autores de un nuevo editorial en Science Translational Medicine que advierte la IVG puede ser portadora de un conjunto de “dilemas éticos”.
En este momento CRISPR todavía está en su infancia, pero uno podría imaginar un futuro lejano de donde se puedan selecccionar rasgos”.
IVG podría permitir que usted muy fácilmente produzca un gran número de embriones, y CRISPR podría permitir que fácilmente se editasen y seleccionasen las opciones genéticas más atractivas antes de la implantación.
“Es un poco como la diferencia entre Miguel Ángel pintando la capilla Sixtina, y alguien tratando de crear una obra de arte similar en su computadora con Photoshop”, dijo Cohen.
“El moderno Miguel Ángel puede generar muchas copias del arte, probar 1.000 variaciones, y luego ver cuál se ve mejor.
Esa es la posibilidad (en el futuro) planteada por la combinación de IVG y CRISPR.
Este escenario es, de hecho, todavía lejano. Hasta ahora, IVG es una técnica que sólo se ha demostrado en ratones.
Y CRISPR, aunque a menudo se describe como una herramienta para simplemente “cortar y pegar” el ADN, no es tan exacta todavía.
Todavía requiere avances en la tecnología, así como cambios en las políticas reguladoras en lugares como los EE.UU., donde la ingeniería genética de un embrión humano es ilegal.
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Dilemas éticos aparte, IVG sería un logro increíble para las mujeres que tienen dificultad con el embarazo.
Pero, advierten los autores, también “puede elevar el espectro de la “agricultura de embriones ” en una escala actualmente inimaginable.
Esto es en parte debido a las diferencias clave en los detalles técnicos de cómo se editarían genes del embrión con IVG versus IVF.
En la actualidad, si quiere editar un embrión, tendría que hacerlo una vez que el esperma y el óvulo ya se hubieran fusionado, y luego esperar que tenga un par de embriones con los rasgos deseados y sin efectos adicionales.
Si está trabajando con células madre, sin embargo, como en el IVG, esas células pueden ser editadas antes de que se conviertan en un embrión, lo que significa que un número virtualmente infinito de células puede ser examinado a fondo antes de que nadie llegue al proceso de toma de embriones.
“La razón por la que IVG es tan potencialmente perjudicial es que permite el control exhaustivo de la calidad de las células que han sufrido la edición de genes”, dijo George Daley, un investigador de células madre en Harvard y co-autor del artículo.
Cohen dijo que la sugerencia no es que IVG no se considere como una tecnología viable de la fertilidad.
En cambio, sus coautores sugirieren una evaluación rigurosa de las implicaciones éticas antes de que la tecnología haya avanzado demasiado.
El enfoque del Reino Unido puede ser una buena guía: mientras que la mayoría de las otras naciones han prohibido la modificación genética de embriones humanos, el Reino Unido lo permite en escenarios muy específicos, como curar enfermedades mitocondriales raras.
“Nos gustaría desarrollar un conjunto de directrices sobre cuándo [IVG] es apropiado de utilizar”, dijo Cohen.
“Un caso es el uso de los sobrevivientes de cáncer que son incapaces de producir embriones debido al tratamiento del cáncer”.
Fuente: Gizmodo