Investigadores han logrado administrar un tratamiento específico contra el cáncer a través de pequeñas burbujas de membrana que nuestras células utilizan para comunicarse.
Los mensajes enviados en estas botellas biológicas reducen el crecimiento tumoral y mejoran la supervivencia, según un estudio llevado a cabo en ratones.
Cuando nuestras células se comunican entre sí, envían pequeñas burbujas membranosas que lo biólogos conocen como vesículas extracelulares y que contienen diversas moléculas de señalización.
En los últimos años, la ciencia se ha interesado por estas diminutas burbujas, que metafóricamente son comparadas con mensajes en una botella que circulan por el organismo.
Estas minúsculas estructuras, delimitadas por una bicapa de lípidos y que se liberan naturalmente des las células, podrían utilizarse a modo de vehículos para hacer llegar medicamentos a las partes del cuerpo que los necesiten.
Investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, han creado un tratamiento contra el cáncer que consiste en cargar vesículas extracelulares con un fármaco quimioterapéutico y pegar en su superficie anticuerpos dirigidos contra los tumores malignos.
Además de dirigirse a las células cancerosas, los anticuerpos actúan como una forma de inmunoterapia, lo que aumenta el efecto terapéutico de las vesículas.
El tratamiento redujo el crecimiento tumoral y mejoró la supervivencia cuando se administró en forma de inyección a ratones con cáncer de mama o melanoma.
“Al unir distintos anticuerpos a las vesículas extracelulares, podemos dirigirlas a prácticamente cualquier tejido y cargarlas también con otros tipos de fármacos, afirma Oscar Wiklander, investigador del Departamento de Medicina de Laboratorio del Instituto Karolinska y primer autor junto con Doste Mamand.
Y añade: Por tanto, el tratamiento tiene potencial para ser utilizado contra otras formas de cáncer y otras enfermedades”.
Se espera que el nuevo tratamiento sea más específico y eficaz para eliminar las células tumorales sin afectar al tejido sano, en comparación con las estrategias terapéuticas actuales.
Los investigadores tienen previsto estudiar si distintas combinaciones de anticuerpos y fármacos pueden mejorar aún más el tratamiento.
“Entre otras cosas, queremos investigar la posibilidad de administrar ARNm como fármaco oncológico, afirma el último autor del estudio, Samir EL Andaloussi, catedrático del Departamento de Medicina de Laboratorio del Instituto Karolinska.
Y añade:
En última instancia, esperamos que esto pueda conducir a una nueva plataforma terapéutica que pueda mejorar la eficacia del tratamiento y reducir los efectos secundarios en enfermedades difíciles de tratar, especialmente el cáncer”.
Fuente: Nature