Un equipo de ingenieros biomédicos e investigadores de realidad virtual ha desarrollado una interfaz para simular el gusto en un entorno virtual.
En los últimos años, los ingenieros han mejorado la experiencia de realidad virtual o aumentada: los usuarios a menudo olvidan que existen en el mundo real mientras participan en viajes, juegos y otras aventuras.
Sin embargo, todavía faltan algunos aspectos del mundo virtual, en particular, los sentidos del olfato y el gusto.
En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación buscó construir un dispositivo que permitiera a un explorador de entornos virtuales probar elementos en el mundo virtual que está explorando.
El dispositivo está diseñado para parecerse a un chupete común.
Cuando un explorador virtual lame el chupete mecánica, se supone que se siente y sabe como si estuviera lamiendo uno real.
Los investigadores incorporaron bolsas en el dispositivo que contienen pequeñas cantidades de gel de agarosa.
Una pequeña cantidad de voltaje (2 V) activa los químicos del gel, obligándolo a subir a la superficie del dispositivo.
Cuando el gel se mezcla con la saliva en la boca del usuario, produce sabor.
Los investigadores agregaron nueve bolsas al dispositivo con geles que contienen sal, azúcar, cereza, ácido cítrico, té verde, maracuyá, pomelo, durian y leche.
La cantidad suministrada depende del voltaje aplicado. Se pueden generar varios sabores variando las cantidades de los diferentes ingredientes.
Las pruebas del dispositivo demostraron que funcionó casi tan bien como se esperaba.
El equipo sugiere que su dispositivo podría ser útil en tres escenarios principales: como pruebas de degustación por parte de médicos, experiencias de compra en línea en supermercados y entornos especializados donde los niños pueden probar diferentes sabores, tal vez como parte de un juego de realidad virtual.
Los investigadores reconocen que su sistema, al igual que otros intentos de agregar sabor a los entornos de realidad virtual, está limitado por la cantidad de sabor que puede contener, generalmente alrededor de una hora de lamerlo.
El equipo planea buscar formas de aumentar la cantidad de sabores y hacer que el dispositivo dure mucho más tiempo antes de volver a llenarlo.
Fuente: PNAS