Físicos han utilizado una pequeña bombilla de vidrio que contiene un vapor atómico para demostrar un nuevo tipo de antena para ondas de radio.
La bombilla estaba “cableada” con rayos láser y, por lo tanto, podía colocarse lejos de cualquier sistema eléctrico receptor.
La singular antena es obra de un equipo encabezado por Susi Otto, del Centro Dodd-Walls de Tecnologías Fotónicas y Cuánticas, y de la Universidad de Otago, ambas entidades en Nueva Zelanda.
Las antenas del nuevo tipo están habilitadas por átomos en el llamado estado de Rydberg y pueden alcanzar una eficiencia mayor que la de las antenas convencionales, ya que son muy sensibles y pueden recibir una amplia gama de longitudes de onda. Además, su tamaño es minúsculo.
Por todo ello, las antenas de este nuevo tipo resultarán muy atractivas para usos en ciertas situaciones.
Por ejemplo, podrían simplificar las comunicaciones de los soldados en el campo de batalla, ya que cubren todo el espectro de frecuencias de radio, sin necesidad de transportar múltiples antenas para cubrir diferentes bandas de frecuencia.
Además, son lo bastante sensibles y precisas como para detectar una amplia gama de señales críticas que en algunos casos las antenas convencionales no podrían detectar debidamente.
No necesitar múltiples sensores también hace a estas antenas muy atractivas para la tecnología satelital.
Es importante destacar que, en comparación con los sensores tradicionales, los sensores Rydberg pueden funcionar sin piezas metálicas y se accede al sensor atómico mediante luz láser, lo que hace innecesarios los cables eléctricos.
Fuente: Applied Physics Letters