Un sensor pequeño y barato podría salvar muchas vidas al activar una alarma cuando niños y mascotas se queden solos en determinados vehículos.
El nuevo aparato, desarrollado por investigadores de la universidad de Waterloo encabezados por George Shaker, combina tecnología de radar con inteligencia artificial para detectar con un 100 por 100 de precisión niños o animales que quedan desatendidos.
Suficientemente pequeño como para caber en la palma de una mano, tiene apenas 3 cm de diámetro, el dispositivo está diseñado para ser acoplado al espejo retrovisor de un vehículo o montado en el techo.
Envía señales de radar que son reflejadas por las personas, animales y objetos situados dentro del vehículo.
La inteligencia artificial que incorpora analiza dichas señales.
El desarrollo del sensor, inalámbrico y con el aspecto de un disco, ha sido financiado por una empresa automovilística que prevé ponerlo en el mercado a finales de 2020.
Los análisis realizados por el aparato determinan el número de ocupantes y sus posiciones en el vehículo.
La información podría ser utilizada también para establecer cuántas personas comparten carro, por ejemplo.
Su objetivo principal, sin embargo, es detectar si un niño o mascota queda accidental o deliberadamente abandonado en el vehículo, un escenario que puede desembocar en un daño serio o incluso en muerte si la meteorología es extremadamente calurosa o fría.
En tales casos, el sistema evitaría que las puertas quedaran totalmente cerradas, y activaría una alarma para alertar al conductor, los pasajeros y a otras personas en las cercanías de donde se produzca el problema.
“A diferencia de las cámaras, este aparato preserva la privacidad y no tiene puntos ciegos porque el radar puede atravesar los asientos, por ejemplo, para determinar si se encuentra allí un bebé “, afirma Shaker.
El sensor utiliza la batería del vehículo y consume poca energía.
Distingue entre seres vivos y objetos inanimados, al detectar movimientos de respiración sutiles.
Los investigadores están ahora explorando el uso de este potencial para monitorizar los signos vitales de los conductores, en busca de señales de fatiga, distracción, enfermedad, etc.
Fuente: Noticias de la Ciencia