El marcapasos más pequeño del mundo es inyectable y funciona con luz

El marcapasos más pequeño del mundo es inyectable y funciona con luz

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Ingenieros de la Universidad Northwestern han desarrollado el marcapasos más pequeño del mundo.

Es tan pequeño que cabe en la punta de una jeringa. Esto significa que es inyectable, lo que podría evitar una cirugía dolorosa.

Se disuelve de forma segura en el torrente sanguíneo después de un tiempo, por lo que es una solución temporal.

Está diseñado para personas que necesitan asistencia cardíaca a corto plazo, como recién nacidos con defectos congénitos. Sin embargo, funciona con corazones de todos los tamaños.

También funciona con luz, lo cual es genial.

El marcapasos se conecta a un dispositivo portátil inalámbrico que se coloca en el pecho del paciente.

Cuando este pequeño dispositivo detecta un latido irregular, emite una luz que activa el marcapasos.

Estos pulsos de luz pueden penetrar la piel, los huesos y los músculos del paciente.

Aunque el marcapasos es diminuto, con un milímetro de grosor, proporciona la misma estimulación que una unidad de tamaño normal.

Los ingenieros señalaron que el dispositivo funciona tanto con corazones animales como humanos.

El equipo también reiteró que la atención pediátrica es el principal caso de uso.

“Alrededor del uno por ciento de los niños nacen con cardiopatías congénitas“, afirmó Igor Efimov, cardiólogo experimental de Northwestern, codirector del estudio.

“La buena noticia es que estos niños solo necesitan un marcapasos temporal después de una cirugía.

En unos siete días, el corazón de la mayoría de los pacientes se autorreparará.

Pero esos siete días son absolutamente críticos.

Ahora, podemos colocar este diminuto marcapasos en el corazón de un niño y estimularlo con un dispositivo blando, delicado y portátil. Y no se requiere cirugía adicional para extraerlo”.

El desarrollo de este dispositivo médico fue codirigido por John Rogers, un nombre conocido en el ámbito biomédico.

Rogers ha estado detrás de numerosas innovaciones asombrosas a lo largo de los años.

Su tecnología avanzada podría eventualmente brindarnos capas de invisibilidad y tatuajes que monitorean la salud.

También construyó un sensor UV del tamaño de una uña del pulgar y un circuito que se disuelve en el cuerpo.

Este último condujo a este innovador marcapasos.

Rogers imagina un mundo en el que los médicos inyectan varios de estos marcapasos simultáneamente para permitir una sincronización sofisticada.

Esto podría ayudar a eliminar arritmias, ya que diferentes partes del corazón podrían ser estimuladas a ritmos únicos.

“Gracias a su pequeño tamaño, este marcapasos puede integrarse con casi cualquier tipo de dispositivo implantable“, dijo Rogers.

“Aquí, los diminutos marcapasos pueden activarse según sea necesario para abordar complicaciones que puedan ocurrir durante el proceso de recuperación de un paciente”.

Esta versatilidad podría eventualmente abrir un amplio abanico de posibilidades médicas.

La tecnología podría usarse para ayudar a la cicatrización de nervios, tratar heridas y bloquear el dolor.

Fuente: Nature

 

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