La joven ingeniera de materiales Nzambi Matee es la fundadora de Gjenge Makers, con sede en Nairobi, y su empresa transforma los residuos plásticos reciclados en materiales de construcción duraderos.
La empresa obtiene los residuos de forma gratuita de las fábricas de envases, aunque paga por el plástico que recibe de otros recicladores.
Su fábrica produce 1.500 ladrillos al día, cada uno de los cuales es de 5 a 7 veces más resistente que el concreto, hechos de una mezcla de diferentes tipos de plástico.
Parte del plástico incluye polietileno de alta densidad que se encuentra en botellas de leche y champú, polietileno de baja densidad que se usa para bolsas y polipropileno, que se usa en la fabricación de cuerdas, tapas abatibles y baldes.
El tereftalato de polietileno (PET) está fuera de los límites, se usa con mayor frecuencia para botellas de plástico.
Luego, estos desechos se mezclan con arena, se calientan y luego se comprimen en ladrillos, cuyo precio se fija en función del grosor y el color.
Por ejemplo, un ladrillo gris estándar cuesta 850 chelines kenianos (US$7,70) por metro cuadrado.
“Debemos repensar cómo fabricamos productos industriales y tratarlos al final de su vida útil.
La innovación de Nzambi Matee en el sector de la construcción resalta las oportunidades económicas y ambientales cuando pasamos de una economía lineal, donde los productos, una vez usados, son descartados , a uno circular, donde los productos y materiales continúan en el sistema el mayor tiempo posible”, dijo Soraya Smaoun, quien se especializa en técnicas de producción industrial con el PNUMA.
Fuente: Techeblog