Insertan neuronas humanas en cerebros de ratas para reemplazar la funcionalidad de la visión dañada

Insertan neuronas humanas en cerebros de ratas para reemplazar la funcionalidad de la visión dañada

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Un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania ha insertado neuronas humanas en el cerebro de ratas con cortezas visuales dañadas, un experimento de Frankenstein que tuvo algunos resultados sorprendentes.

Los investigadores habían eliminado partes de las cortezas visuales de las ratas, lo que significa que su capacidad de ver se vio significativamente afectada, pero gracias a las “manchas” de neuronas cultivadas en laboratorio insertadas en estas secciones dañadas, no muy diferentes a un tapón cerebral, algunas de estas áreas pudieron volver a la vida.

El tejido tridimensional que crece a partir de células madre humanas llamadas organoides comenzó a responder a los estímulos después de solo dos meses, dicen, e incluso aumentó un poco de tamaño.

Los científicos mostraron a las ratas imágenes parpadeantes en una pantalla mientras medían la actividad neuronal usando un electrodo implantado en sus cerebros.

Usando un líquido fluorescente especial inyectado en las áreas afectadas, los investigadores pudieron demostrar que el nuevo organoide se había conectado a las retinas de las ratas a través de una red de nuevas conexiones.

Al iluminar con luces brillantes a las ratas, los organoides respondieron tal como lo haría una corteza virtual normal.

La investigación, que se basa en estudios previos que han demostrado la capacidad de trasplantar organoides en cerebros de roedores sanos, eventualmente podría marcar una gran diferencia para los humanos que padecen enfermedades neurodegenerativas crónicas como el Parkinson o aquellos que han sufrido daños físicos en sus cerebros.

“Veo esto como el primer paso en el desarrollo de una nueva estrategia para reparar el cerebro”, dijo a WordsSideKick.com Han-Chiao Isaac Chen, autor principal de un nuevo estudio sobre el trabajo publicado.

Pero según Chen, los investigadores aún tienen muchos años de investigación por delante antes de que puedan aplicar la misma tecnología a los humanos.

Chen agregó que “esta estructura es realmente muy importante para definir cómo funciona realmente el cerebro”, pero admitió que sus tejidos de reemplazo “no son perfectos, de ninguna manera”.

Ahora están investigando cómo se ve afectada la capacidad de ver de las ratas o si se puede mejorar utilizando tejido organoide implantado.

Chen y sus colegas también están trabajando en nuevos materiales que pueden imitar mejor la forma del cerebro, lo que podría hacerlos aún más útiles.

Fuente: New Scientist

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