El acero es uno de los materiales más útiles del planeta. Columna vertebral de la vida moderna, se utiliza en rascacielos, carros, aviones, puentes y muchas más cosas. Por desgracia, su fabricación es un proceso extremadamente sucio.
La forma más común de producirlo consiste en extraer mineral de hierro, reducirlo en un alto horno añadiéndole carbón y, a continuación, utilizar un horno de oxígeno para quemar el exceso de carbono y otras impurezas.
Por eso, la producción de acero representa entre el 7 y el 9 por ciento de la cantidad total de gases con efecto invernadero emitida por la civilización humana, lo que la convierte en una de las industrias más sucias del planeta.
Ahora, Boston Metal, una empresa impulsada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, pretende volver limpia la industria del acero mediante un proceso electroquímico denominado electrólisis de óxido fundido (MOE por sus siglas en inglés), que elimina muchos pasos en la fabricación del acero y libera oxígeno como único subproducto.
La empresa fue fundada por Donald Sadoway, profesor emérito del MIT; Antoine Allanore, profesor del MIT y James Yurko, antiguo estudiante del MIT graduado aquí en 2001).
Boston Metal ya utiliza el MOE para extraer metales de alto valor a partir de residuos mineros en su filial brasileña, Boston Metal do Brasil.
Ese trabajo está ayudando al equipo de Boston Metal a desplegar su tecnología a escala comercial y a establecer asociaciones clave con empresas mineras.
También ha construido un prototipo de reactor MOE para producir acero verde en su sede de Woburn (Massachusetts).
Fuente: MIT News