e-Taste se coloca sobre los dientes inferiores y libera sabores directamente en la boca en respuesta a estímulos remotos.
Imagínese ponerse un casco de realidad virtual y encontrarse sentado frente a un magnífico helado.
Con los controladores de movimiento, come una cucharada grande de este helado de vainilla virtual y, aunque no puede sentir el frío en la boca, puede saborear su dulzura familiar gracias a un dispositivo de degustación remoto en los dientes inferiores.
Un equipo de investigadores internacionales ha desarrollado una nueva interfaz hombre-máquina (HMI) que permite a los usuarios probar sabores virtuales.
El dispositivo libera sustancias químicas saladas, ácidas, dulces, amargas y umami directamente en la boca del usuario en respuesta a estímulos remotos.
e-Taste podría tener una variedad de aplicaciones, desde videojuegos hasta control de peso.
Según un comunicado de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, el gusto es uno de los sentidos más difíciles de simular para las máquinas en la realidad virtual y aumentada.
Sin embargo, 16 usuarios humanos que participaron en el estudio confirmaron que e-Taste reprodujo con éxito los sabores (incluidas combinaciones complejas, como las que se utilizan en la sopa de pollo) y también emitió sabores con diferentes intensidades.
El dispositivo utiliza NaCl (sal) para los sabores salados; ácido cítrico para los ácidos; glucosa (un tipo de azúcar) para los dulces; MgCl2 (un tipo de sal amarga) para lo amargo y un compuesto químico llamado glutamato para el umami, también descrito como sabor.
e-Taste distribuye estos químicos en formato de gel a través de una pestaña que se extiende desde el pequeño dispositivo hasta la lengua.
Una bomba electromagnética controla la distribución, coordinándose con estímulos remotos en lo que los investigadores describen como un enfoque de “Internet de las cosas”.
El sistema, cuyo desarrollo se inspiró en trabajos previos de biosensores, utiliza un actuador con dos partes: una interfaz para la boca y una pequeña bomba electromagnética.
Esta bomba se conecta a un canal líquido de sustancias químicas que vibra cuando una carga eléctrica pasa a través de ella, empujando la solución a través de una capa de gel especial hacia la boca del sujeto.
Dependiendo del tiempo que la solución interactúa con esta capa de gel, la intensidad y la fuerza de cualquier sabor dado se pueden ajustar fácilmente.
Basándose en la instrucción digital, también se puede elegir liberar uno o varios sabores diferentes simultáneamente para que puedan formar diferentes sensaciones.
Según el estudio, el dispositivo demostró ser seguro, versátil y ajustable, además de resistente a cualquier daño potencial causado por morder, lo cual es bueno, ya que el dispositivo literalmente se apoya sobre los dientes.
“Las posibles aplicaciones incluyen juegos inmersivos, compras en línea, educación a distancia, control de peso, pruebas sensoriales, rehabilitación física y otras”, explicaron en el estudio los investigadores, incluido el ingeniero Shulin Chen de la Universidad Estatal de Ohio.
Imagine la comodidad de poder probar algo en un menú antes de pedirlo.
Si bien las heladerías con frecuencia permiten a los clientes probar muestras antes de comprometerse con una elección final, no se puede hacer exactamente eso con un filete o una pasta.
Fuente: Science Advances