Tanto la diabetes de tipo 1 como la de tipo 2 se caracterizan por niveles elevados de azúcar en sangre.
Esto puede deberse a niveles bajos de insulina endógena, la hormona necesaria para la captación de glucosa de la sangre, o bien, a una incapacidad fisiológica para utilizar la insulina secretada, o ambas.
Las inyecciones de insulina y los fármacos que disminuyen la glucosa pueden controlar la enfermedad, pero no curarla.
Una alternativa a estos fármacos podría ser un tratamiento que regule la glucosa en sangre aumentando la cantidad de células beta pancreáticas productoras de insulina, pero para lograr eso es necesario controlar la regeneración de estas células.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, con la colaboración de Meritxell Rovira del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el programa de Traslación Clínica de Medicina Regenerativa de Cataluña (P-CMRC) y la Universidad de Barcelona (UB), muestran que una molécula recientemente identificada estimula la formación de nuevas células productoras de insulina en tejidos de pez cebra y en mamíferos.
El equipo del Dr. Olov Andersson ha descifrado además el mecanismo de acción que hace que sea capaz de estimular la formación de nuevas células productoras de insulina como potencial tratamiento de la diabetes.
En estudios previos, el equipo del Instituto Karolinska había descrito una pequeña molécula capaz de estimular la regeneración de las células productoras de insulina.
Lo consiguieron analizando una amplia batería de moléculas en el modelo de pez cebra.
En el nuevo estudio, han examinado el mecanismo molecular de esa estimulación.
Mediante el análisis de un gran número de interacciones moleculares en células de levadura, los investigadores han demostrado que su molécula se une a una proteína llamada MNK2.
Estudios posteriores en pez cebra y cultivos celulares indican que la molécula funciona regulando la traducción del ARNm y potenciando la síntesis de proteínas, sin las cuales no se puede aumentar la formación de nuevas células beta.
El estudio también muestra que la molécula puede inducir la formación de nuevas células beta pancreáticas de cerdo y estimular la expresión de insulina en organoides humanos (formaciones celulares similares a órganos humanos).
Fuente: Phys.org