El fabricante Eviation acaba de completar con éxito allí el primer vuelo de Alice, un avión totalmente eléctrico y de ala fija.
La demostración fue breve, pero ha permitido a la firma lograr dos objetivos importantes: demostrar los avances en su proyecto y recabar datos para perfeccionar el modelo.
Alice despegó del Aeropuerto Internacional del Condado de Grant, en el estado de Washington, a las 7.10 h de la mañana y voló durante ocho minutos a una altitud de algo más de un kilómetro.
La experiencia fue breve, pero se ajustó al guion y anima a la compañía a hablar del “éxito” de la maniobra e incluso de un “vuelo histórico”.
“Hemos electrificado con éxito los cielos con el inolvidable primer vuelo de Alice, celebra el presidente de la compañía, Gregory Davis.
La gente ya conoce el aspecto y sonido de una aviación asequible, limpia y sostenible por primera vez con un avión de ala fija totalmente eléctrico”.
Más allá del entusiasmo de la empresa, lo interesante de Alice son sus características.
La aeronave incorpora dos unidades de propulsión eléctrica magni650 de magniX y tiene una capacidad de carga máxima de unos 1.100 kilos en la versión adaptada para transportar viajeros, lo que, calcula la compañía, le permitiría transporta hasta nueve pasajeros, además de dos tripulantes.
En la versión para mercancías el peso sería algo mayor y rondaría los 2.600 kilos.
La empresa asegura que sus modelos permiten transportar pasaje o carga con “cero emisiones”.
En cuanto a distancias, aspira precisamente a recorridos cortos, de menos de 500 kilómetros.
“Eviation Alice está dirigido a los mercados de pasajeros y de carga y normalmente operará vuelos que van desde 150 a 250 millas”, señala la empresa, marcando una horquilla que situaría el grueso de las operaciones en un radio de aproximadamente entre 240 y 400 kilómetros.
“Los aviones totalmente eléctricos harán que los viajes regionales sean más sostenibles desde el punto de vista económico y ambiental para las empresas y los consumidores”.
A mayores, abunda la firma, Alice permite volar sin emisiones de carbono, con un costo de operación que se reduce a “una fracción” de lo que cuestan los vuelos en jet privado o turbohélices de alta gama y reduciendo además “de forma significativa” el ruido de las operaciones.
“Esta nueva generación de aeronaves tiene el poder de transformar comunidades al brindar acceso a aeropuertos que actualmente no son utilizados por vuelos comerciales debido a problemas de ruidos u horarios de operación restringidos”, recalca Eviation Aicraft entre las ventajas de Alice.
La compañía no es la única que aspira a dar un impulso decisivo a la aviación eléctrica.
Aparte de naves como Kitty Hawk o AutoFlight y los eVTOL pensados para operar como taxis o el transporte de carga, hay otras firmas que están apostando también por los viajes de mayor radio.
En 2021 Wright Electric presentó el concepto de un modelo de cien asientos que aspira a eliminar emisiones contaminantes en trayectos de hasta 1.300 km y hace solo unos meses Beta Technologies daba otro paso clave al completar un viaje de 2.300 kilómetros, entre Nueva York y Arkansas, con su aeronave eléctrica Alia.
El viaje, eso sí, se realizó a lo largo de ocho jornadas, el tiempo total de vuelo fue de aproximadamente doce horas y el respaldo de una red de estaciones de carga.
A Eviation le queda aún camino por delante, pero por lo pronto sus expectativas comerciales no son malas.
La compañía asegura que Cape Air y Global Crossing Airlines, aerolíneas regionales con sede en EEUU, le han encargado ya 75 y 50 unidades de Alice, respectivamente.
DHL Express estaría también interesada en su modelo para mercancías y habría pedido una docena de eCargo.
Fuente: Eviation