La tecnología de Volvo Penta hizo exactamente eso en una demostración en la Volvo Ocean Race en Suecia este fin de semana.
El yate de 21 metros hizo el trabajo mientras el capitán mantenía sus manos fuera del volante.
Un yate lleno de sensores (bueno, solo cuatro), un sistema de computadora y navegación GPS ayudaron a calcular y dirigir el yate hacia su estrecho lugar en el puerto.
Si bien se ve muy autónomo, esta característica (apuntada para un lanzamiento en 2020 en los buques marinos personales y comerciales de Volvo) aún requiere una persona preparada.
Después de todo, alguien necesita poder intervenir si es necesario.
El sistema alertará al capitán de colisiones inminentes. El yate está controlado por humanos la mayor parte del tiempo en el agua.
Fuente: Mashable
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