Genesis Collection es un proyecto que ya está tomando forma en Georgetown, en el centro de Texas, Estados Unidos.
Sus responsables aseguran que, una vez hayan finalizado las 100 casas de la promoción, será el mayor vecindario levantado mediante impresión 3D.
Sus obras arrancaron en 2022 e integrarán un centenar de viviendas que se localizarán en Georgetown, al norte de Austin, en una comunidad más amplia bautizada como Wolf Ranch en la que se levantarán 2.500 viviendas.
Las compañías manejan ocho planos distintos con superficies que van de los 146 a los 196 metros cuadrados.
Para lograrlo utilizan un robot impresora de 14,2 metros de alto dotado con una barra transversal capaz de desplazarse arriba y abajo entre dos columnas de 4,7 m de alto afianzadas sobre una base. Su nombre: Vulcan.
La otra clave es el Lavacrete, una mezcla de cemento patentada que la impresora va distribuyendo capa sobre capa hasta formar paredes, muros exteriores o islas de cocina.
“La tecnología de impresión 3D ofrece viviendas resistentes y energéticamente eficientes más rápido que los métodos de construcción usuales, con menos residuos y mayor libertad de diseño, manteniendo los proyectos en el cronograma y presupuesto“, recalcan los responsables de Icon.
La compañía presume de que sus materiales resultan “más resistentes y duraderos” que los de la construcción tradicional: “Brindan hogares más seguros y resistentes para soportar condiciones climáticas extremas”.
“La escasez de mano de obra y materiales son de los factores más relevantes que hacen que el sueño de tener una vivienda propia esté fuera del alcance de muchas familias estadounidenses“, zanja Eric Feder, presidente de Lenx, parte de Lennar, para quien “la impresión 3D ofrece un enfoque alentador”.
Desde Icon aseguran además que el sistema de construcción Vulcan de Icon puede entregar casas y estructuras de hasta 278 m2 que respetan el estándar internacional IBC.
Bloomberg precisa que si bien todavía no se ha fijado un precio, la constructora espera que puedan ofrecerse viviendas de Genesis Collection desde un rango medio de 400.000 dólares, lo que las mantendría en un precio competitivo con el resto de obra nueva de la comunidad Wolf Ranch.
Las compañías calculan que la construcción de viviendas impresas en 3D resulta entre un 10 y 30% más barata que la de una edificación convencional y —en el caso de Wolf Ranch— la duración de las obras puede reducirse un 30%.
Para completar las paredes de una casa de Icon impresa en 3D se necesitan cerca de tres semanas.
En cuanto a materiales, aunque el cemento tiene una notable huella de carbono, ICON argumenta que el uso del material en Wolf Ranch permite crear edificios energéticamente eficientes que incorporan además paneles solares.
Al menos según la descripción de Bloomberg, que habla de una obra sin apenas ruido, salvo por el zumbido de las impresoras, atendida cada una por cuatro operarios.
Sus responsables ya plantean de hecho que les permitan trabajar más allá del horario de las promociones al uso:
“Nuestros robots no solo no necesitan descansos para fumar, sino que también son muy silenciosos y se les debe permitir trabajar 24 horas”.
En vez de un capataz con planos habría un técnico de Icon con una tablet que incorpora en su software datos sobre los ocho modelos de vivienda que formarán la Genesis Collection.
Otra peculiaridad de la promoción es que apenas genera escombros y, por supuesto, que la gran maquinaria que suele emplearse en las obras convencionales se sustituye por impresoras que levantan paredes en las que más tarde los obreros abrirán huecos para enchufes o interruptores.
“Ya no necesitas cinco o seis oficios diferentes para construirlas”, reivindican sus impulsores.
Genesis Collection está diseñada por el estudio danés BIG.
Fuente: Icon